La terapia de regresión es una herramienta que permite mediante la hipnosis o relajación profunda, una vuelta o viaje mental, al pasado. Esto hace que quien regrese reviva de manera mental y emocional, episodios puntuales de su pasado.
La regresión se puede hacer a momentos o recuerdos, tanto de la vida actual como de supuestas vidas pasadas.
Por esta razón se suele vincular la terapia de regresión con la terapia de reencarnación. Ya que es posible que existan personas que estén convencidas de que, aunque tienen una vida actual, poseen recuerdos y sensaciones de otros momentos, lugares. Incluso de una personalidad distinta a la actual.
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Al momento de hablar de “vidas pasadas”, se puede hacer referencia a varios factores:
- La herencia genética: Dentro de lo que es la herencia genética se engloba toda la información o características que pasan de una generación a otra, de padres a hijos.
- Consciencia cósmica universal: Es lo que también se le conoce como “mente universal”. Dentro de este concepto se reúne todo lo que somos realmente, pero lo desconocemos. Es un concepto usado en las corrientes esotéricas, de filosofía espiritual
- Registros akáshicos: Son los registros de la memoria universal. Se estima que allí se almacenan todas las experiencias y vivencias de las vidas pasadas, presentes y futuras.
- Telepatía: Mediante este fenómeno es posible transmitir información de una persona a otra, sin la necesidad de recurrir a algún canal sensorial. Quien logre desarrollar esta capacidad, puede transferir “datos” de una mente a otra.
- Recuerdos infundados: Estos pueden llegar a crearse por lecturas o películas, y tomarlos de manera tan vívida que se implantan como propios.
Procedimiento de la terapia de regresión
La terapia de regresión, dentro de las terapias holísticas, es considerada como una herramienta sicoterapéutica profunda, efectiva y expedita.
Por medio de esta terapia, la persona puede llegar hasta esos recuerdos desconocidos y sumergidos en lo más interno de la mente.
También permite expandir los límites mentales y las creencias personales de quien se somete a ella.
En la terapia de regresión, como procedimiento habitual en las sesiones, se le realiza al paciente una serie de preguntas. Estas preguntas deben arrojar datos que posteriormente se deben poder verificar para comprobar si efectivamente son recuerdos reales o son fantasías del paciente.
Estos datos podrían ser su nombre, el nombre de los acompañantes, la fecha del suceso, en qué país está, qué idioma hablan, cómo está el clima, cómo van vestidos.
Para la aceptación de la terapia como tal, la mayoría de los datos suministrados deben ser corroborados.
Aunque hay quienes restan importancia a la comprobación de dichos datos, ya que para ellos el objetivo principal de la terapia de regresión la sanación del paciente.
Cabe señalar que en ocasiones la comprobación de datos de vidas pasadas resulta muy difícil de realizar. Ya que en tiempos remotos la mayoría de la población era analfabeta y no se llevaban registros históricos a los que se pueda acudir en la actualidad.
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Tipos de regresión
La regresión se clasifica de acuerdo a la forma en que son percibidos los recuerdos. Por lo que puede ser:
- Regresión pictórica: En esta las visualizaciones son como si se estuviese viendo una película.
- Regresión sinestésica: En este tipo de regresión las visualizaciones van unidas a sensaciones tales como calor, frío, olor. O incluso a sentimientos de odio, venganza, sorpresa, miedo, entre otros.
- Regresión intuitiva: Aquí los recuerdos en principio son captados de forma intuitiva, como una sensación. Mientras va haciéndose más profundo el trance, el paciente se relaja y estos recuerdos son más precisos.
- Regresión mixta: Tal como su nombre lo indica, la regresión mixta es una mezcla de todas las regresiones. Sus imágenes son nítidas, pictóricas, sinestésicas o intuitivas.
¿Cuándo aplicar la terapia?
La salud se reconoce como el equilibrio o bienestar de una persona. Según la Organización Mundial de la Salud “OMS”, ese equilibrio se da entre la salud física, mental y social del individuo.
Por tanto, un desajuste en alguno de estos estados es causal de asistir al chequeo correspondiente para recibir el tratamiento adecuado a la dolencia o desequilibrio presentado.
La aplicación de una terapia de regresión debe obedecer a una necesidad real de salud mental, y no al simple morbo o curiosidad.
Es decir, no se debe aplicar una terapia de regresión solo para satisfacer la curiosidad del por qué ocurre algo que a fin de cuentas tiene poca relevancia o incidencia en nuestras vidas.
La terapia de regresión puede aplicarse en los casos de:
- Terror o fobia
- Sueños reiterativos
- Recuerdos traumáticos inconscientes
- Depresión
- Rencores
- Complejos
- Enfermedades sicosomáticas
Estos son sentimientos, sensaciones y emociones que quizá nos ataquen a todos en algún momento de nuestras vidas. No quiere decir que, por experimentar algún episodio relacionado, debamos acudir a un especialista para que nos aplique una terapia de regresión.
La terapia de regresión debe ser aplicada cuando la presencia de uno de estos factores, se convierte en crónica al punto tal de alterar nuestro comportamiento y afectar nuestro día a día.
Sentir temor a algo, tener un sueño repetitivo o algún complejo, sentirnos deprimidos, puede verse normal si existe alguna razón. Pero cuando esa razón no existe o no es aparente, la terapia de regresión es un buen instrumento para llegar al origen de esas sensaciones o sentimientos.
En los casos de enfermedades sicosomáticas, la terapia de regresión ayuda a conseguir la raíz de la enfermedad y superar la causa. Bien puede ser algún rencor, algún miedo o algún trauma vivido.
Muchas veces luego de practicarse la terapia de regresión, el paciente logra experimentar cambios o mejoras en su salud mental. Logra superar fobias, depresiones, ansiedad, rencores, entre otros.
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Al superar estos aspectos de su salud mental, el individuo experimenta mejoras incluso, recuperación o sanación de alguna dolencia física producto de dicho desajuste mental.
Sigmund Freud, padre del psicoanálisis considera la regresión como un mecanismo de defensa que lleva a la persona a un momento anterior, desde donde puede confrontar el o los eventos/pensamientos que le resultan intolerables.
Estos eventos/pensamientos, generalmente son los causantes del comportamiento, trauma o enfermedad a superar.
¿Cuándo no se debe aplicar la terapia?
Como todo tratamiento, la terapia de regresión también tiene sus contraindicaciones.
Mediante la terapia de regresión la persona se sumerge en un estado de consciencia que le permite revivir momentos guardados en lo más recóndito de su mente.
Esto puede desencadenar una serie de sentimientos y emociones que algunos, por condiciones particulares, no puedan manejar. Puede desencadenar o acentuar los síntomas o signos de algún trastorno o enfermedad.
De acuerdo con esto, la terapia de regresión no es recomendable en algunas patologías como la sicosis, los trastornos de bipolaridad y la esquizofrenia.
Beneficios de la terapia de regresión
La terapia de regresión tiene diversos beneficios en la salud mental del individuo, que pueden llegar a repercutir en su salud física, mejorando y superando algunos padecimientos que tenga.
Entre los principales beneficios, tenemos:
- Superación de traumas y complejos
- Reconocer el origen de algunas enfermedades sicosomáticas
- Eliminación de temores y fobias
- Liberación de emociones bloqueadas
- Reducción de los niveles de estrés
- Sanación de heridas y rencores
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Eliminar esta serie de condiciones que perturban el estado de salud de una persona lo conlleva a una mejor calidad de vida y le ayuda a conocer una mejor versión de sí misma.
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