El misterio de Rennes le Chateau. La historia de Bérenger Saunière

«Terribilis Est Locus Iste» es el mensaje de cara a los visitantes, en la iglesia de Rennes le Chateau. Y para algunos, es como si una penosa advertencia cayera sobre todo aquel que intente profanar sus bien resguardados secretos.

El misterio del pueblo de Rennes le Chateau es de las historias mas intrigantes que aguarda a propios y extraños en los parajes del Languedoc. Y para quienes tienen la suerte de caer por la región bordeando el atardecer, el avistamiento de La Torre Magdala con su arquitectura neogótica rallando el cielo, ofrece un aspecto en verdad fascinante.

El Pequeño Pueblo de Rennes le Chateau

Rennes le Chateau es una pequeña comuna francesa dentro del departamento de Auda, en la región de Languedoc al sur de Francia.

Pero que su apariencia modesta no os engañe, pues el lugar ha sido escenario de importantes episodios históricos de la antigua europa, aún después de la caída del Imperio Romano de Occidente.

Y entre los secretos que alberga se dice que las Tablas del pacto de Moisés y el Arca de la Alianza estarían enterradas bajo sus cimientos. ¿Como es que llegamos a tal revelación? Continua leyendo y descubre los orígenes de uno de los secretos mas celosamente guardados de la iglesia cristiana.

Rennes le Chateau

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¿Como llegó el tesoro del Templo a Rennes le Chateau?

Cuenta la leyenda que todo empezaría en el siglo primero, cuando soldados romanos por orden del Emperador Tito, destruyeron el templo de Jerusalen.

Se dice que luego de perpetrar tal profanación, encontraron entre los escombros un tesoro fabuloso, y todo apunta a que habría descansado bajo los cimientos del templo desde tiempos del Rey Salomón. Este increíble hallazgo no podría tratarse de otra cosa mas que de Las Tablas de la Ley entregadas a Moisés y el Arca de la Alianza.

Los legionarios transportaron el descubrimiento a Roma. Fue tal el revuelo que causó la diligencia que pronto se hizo popular en todo el imperio aquello del «Tesoro del Templo». No existe registro histórico que certifique la trascendencia de este hallazgo, pero la naturaleza de los acontecimientos que lo rodearon a partir de entonces, indica que las leyendas estarían en lo cierto.

De Romanos a Visigodos

Descansó en la capital del Imperio hasta el s. III en que las tropas de Alarico cayeron sobre la ciudad saqueándola. Entre el cuantioso botín del que se hicieron los visigodos en aquella incursión, también figuraba «El tesoro del Templo».

Desde aquí la cosa se pone algo mas confusa, pues Alarico continuó con su racha de victorias dos años mas, hasta llegar a las Galias, en donde desembarcó aún con el tesoro a cuestas. Supuestamente con la idea de proteger el cuantioso botín del que se había hecho. Decidió internarse en la región hasta que encontró en el pueblo de Rennes le Chateau un lugar idóneo para esconder su preciada carga.

El arca de la alianza

El tesoro del templo bajo Rennes le Chateau

El mito continua con la excavación de una gran zanja en donde se escondió el tesoro del Templo. En el lugar del entierro, se alzó una tosca edificación afincada con una torre. Nadie podría imaginarse que en aquel paisaje agreste e inhóspito, estaría escondido semejante caudal.

Pero durante los siguientes doscientos años las habladurías populares fueron dándole forma al misterio. Se cuenta que en algunas noches podían verse los destellos de una luz fantasmagórica saliendo de las primitivas construcciones visigodas.

Por Rennes le Chateau pasaron también los Merovingios en el s. VI. Momento en que la región llegó a su máximo esplendor a mano de los descendientes de Dagoberto II y la princesa Visigoda Gizelle de Razas. Mas la popularidad del tesoro que aguardaba bajo su suelo, no descendió y muy por el contrario, el mito se fundió con la historia de la población. Sobre las ruinas de la torre de Magdala se edificó una respetable iglesia.

Rennes le Chateau

Bérenger Saunière en Rennes le Chateau

El destino quiso que nuevamente, el enigmático poblado cayera en la desolación y el olvido. Pasarían cinco siglos mas para que, sea por casualidad o por la fama del enigmático tesoro, el sacerdote François Bérenger-Saunière, arrivara a Rennes le Chateau con la intención de hacerse cargo de la sacristía en la abandonada parroquia.

Para 1891, la iglesia de la Torre de Magdala era un edificio ruinoso, destartalo por el tiempo y el olvido. El padre Bérenger-Saunière se dispuso a una reconstrucción a cargo de algunos albañiles, aprovechando de paso, para realizar excavaciones en los alrededores. Con lo que no tardó en encontrar algo que le daría un giro repentino a su destino.

En silencio y sin preámbulos Bérenger-Saunière partió hacia el obispado de Carcassone para comunicar la noticia de sus hallazgos. Que no quedaron tan en secreto como hubiera gustado, pues dos de los excavadores contaron en el pueblo que se habrían topado con una tumba de aspecto medieval con escritos en un idioma ininteligible y varios objetos de incalculable valor.

Bérenger-Saunière demoró mucho en las diligencias que lo obligaron a abandonar su proyecto en Rennes le Chateau, sin razón aparente. Incluso de dice que viajó a París y que sostuvo varias visitas al Museo de Lovre. Por ello se cree que además de notificar de los tesoros hallados, también portaba las transcripciones encontradas en el entierro.

La lujosa iglesia de Rennes de Chateau

Lo que que sigue en esta leyenda es aún mas misterioso. A su retorno, Bérenger-Saunière, abandonó las humildes reparaciones iniciales de la iglesia, a cambio de una obra de ostentosa albañilería consagrada a María Magdalena.

Las habladurías se inflamaron cuando no contento con esto, el reservado sacerdote se convirtió en un acaudalado terrateniente al adquirir los terrenos aledaños a la iglesia y mas allá de la colina. Construyó para sí una lujosa mansión que bautizó con el sugerente nombre de Villa Bethania. También sostuvo las reparaciones de la antigua torre visigoda, convirtiéndola en la Biblioteca privada de Magdala.

María Magdalena

Acusaciones hechas a Bérenger-Saunière ¿El secreto de los templarios?

Es mucho hilo el que salió de la madeja de acontecimientos que envolvieron la vida del sacerdote. Mientras unas versiones sostienen que los hallazgos de Bérenger-Saunière, estarían relacionados con los Caballeros de la enigmática orden del templo de Sion, y que esta sería la razón del patrocinio de entidades secretas de masones para sus desorbitantes gastos.

Otros revelan que la cuantía de su fortuna, era producto del aprovechamiento marketero de la región, vendiendo misas a familias acaudaladas.

La cereza del pastel. «Terribilis Est Locus Iste» («Este lugar es terrible»)

Pos si te quedara alguna duda acerca de la veracidad de lo encontrado por François Bérenger-Saunière y los no pocos misterios de la comunidad de Rennes le Chateau.

En el interior de su iglesia consta una pieza ornamental de lo mas excéntrica: La efigie del demonio de Asmodeo sosteniendo la pila bautismal. Y que los entendidos en mitología judeocristiana certifican, sería el mismo demonio que construyó el templo de Jerusalen, por mandato del Rey Salomón.

«Terribilis Est Locus Iste» es el mensaje de cara a los visitantes a la iglesia de Rennes le Chateau. Y para algunos, es como si una penosa advertencia cayera sobre todo aquel que intente profanar sus bien resguardados secretos.

Rennes le Chateau
«Terribilis Est Locus Iste»

Conclusión:

¿El demonio de Asmodeo? ¿Una iglesia dedicada a Maria Magdalena en el mismo corazón de un enigmático tesoro templario? O simplemente un antojo gótico que encajaría en los despilfarros de su cocreador.

La leyenda de Rennes le Chateau está llena de los fragmentos de un arraigado tema conspiratorio que ha cautivado a curiosos por cientos de años.

Lastimosamente en el 2017 un ataque bandálico acabó con la cabeza y uno de los brazos de la intrigante escultura de la iglesia de Rennes le Chateau.

Si manejas alguna otra información de los misterios de Rennes le Chateau, no olvides escribir tus comentarios.

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