El Feng Shui es una práctica que se sospecha que tiene su origen en la antigua China Imperial, aunque se desconocen las fechas exactas. Durante esos años, se consideraba como algo que solo podía ser utilizado por los emperadores y demás miembros de la realeza, junto con algunos nobles, quienes lo usaban para edificar las más majestuosas construcciones, incluyendo palacios y tumbas.
Según las creencias esta técnica se utiliza tomando en cuenta la energía vital o Chi y la forma en que la misma se relaciona con los cinco elementos principales del Feng Shui, madera, tierra, agua, metal y fuego.
Para emplearlo de forma correcta, puedes intentar comprenderlo por tu cuenta y buscar organizar tu vida con base en ello, pero si quieres obtener todas las ventajas que ofrece esta filosofía, lo mejores contar con una especialista en Feng Shui como Cristina Jové.
De esta forma aprenderás a emplear el Feng Shui en cada uno de los aspectos de tu vida, desde tu hogar hasta tu oficina, y en los espacios donde desarrollas tu rutina diaria.
Hablando un poco sobre el Feng Shui
Como ya mencionamos, esta técnica se basa en la relación entre ser vivo o la energía vital y los elementos naturales que le rodean. Según el Feng Shui, los astros, los objetos, los cambios climáticos, absolutamente todo, produce en nosotros emociones y reacciones, por lo que tendrá una influencia directa en nuestro bienestar psicológico y físico.
La idea de esta práctica ancestral es que la energía fluya de forma libre y natural, creando un equilibrio que, según estas creencias, atraería la buena fortuna, paz, tranquilidad y felicidad.
Para aplicarla se requiere tomar en cuenta una serie de aspectos. Algunos de ellos se relacionan con los puntos cardinales y las energías que estos emanan. Otros se refieren a las emociones que evocan los objetos dentro del entorno, partiendo del principio de conservar solo aquello que nos hace felices. De esta forma cada cosa encuentra un lugar, el cual está muy lejos de ser al azar y debe mantener armonía con el todo.
Al final el resultado se verá reflejado en las relaciones personales, de negocios, en la familia, la pareja e incluso en la salud.
El Feng Shui en la decoración
Uno de los primeros espacios donde podemos aplicar el Feng Shui es en la decoración. Para ello se deben revisar algunos puntos como los colores que se han elegido para cada ambiente y por supuesto, los objetos que complementan el contexto.
Para empezar, debemos considerar que los colores transmiten diferentes ondas energéticas, que se relacionan con nuestra propia energía y nos hacen reaccionar de una forma u otra.
En el Feng Shui se recomienda elegir los colores de acuerdo al tipo de motivación que se quiere lograr dentro de cada ambiente. Por ejemplo, para la cocina el amarillo ayuda a una buena digestión, por su parte el azul y el verde logran un descanso profundo en el dormitorio. La combinación del rojo y el naranja favorecen una conversación amena y dinámica, por lo que son perfectos para el salón.
Ahora bien, los objetos tienen un papel fundamental tanto en el Feng Shui como en la decoración. En primer lugar, estos deben colocarse de forma que exista entre ellos la armonía, para que las energías fluyan libremente.
Luego, se deben elegir primeramente tomando en cuenta las emociones que despiertan y, claro está, las energías que invocan. Por ejemplo, las fuentes son elementos destacados en este tipo de decoración, ya que el agua purifica y trae paz y relajación.
Otro de los elementos que hace una fuerte presencia en la decoración con el Feng Shui es el viento, gracias a las campanas y móviles que crean sonidos que estimulan los pensamientos positivos. Por lo general se colocan cerca de las puertas y las ventanas para medir la entrada y movimiento de las energías.
¿Has visto esas curiosas bolas de cristal cerca de las fuentes de luz? Estas, así como los colgantes de vidrio, se usan con el fin de crear movimiento en la energía a través de la luz.
Por supuesto, el resultado no solo traerá prosperidad, salud, y todos los beneficios propios del Feng Shui. También tendremos un espacio ordenado, limpio y armonioso que será agradable para quienes hacen vida en el lugar.
¿Qué otros elementos decorativos se pueden usar en el Feng Shui?
Además de las fuentes y las campanas de viento, existen otras recomendaciones en cuanto a los objetos que puedes incluir en tu decoración y la forma de incorporarlos adecuadamente para que atraigan las energías que deseas.
Por ejemplo, cuando incluyes los adornos, estos siempre deben evocar sentimientos positivos. Elimina todo aquello que tengas por compromiso y que realmente no te agrade.
Las cosas viejas, rotas o que no tienen utilidad también deben irse. Un truco para esto es la regla del tiempo, es decir, que si algo tiene más de un año sin ser utilizado, entonces realmente no lo necesitas.
Además, jamás debes colocar demasiados objetos o la energía encontrará muchos obstáculos en su camino y no podrá fluir correctamente. Los pasillos, puertas y ventanas deben estar despejados e iluminados.
Coloca algunas plantas. Estas aportan equilibrio y estimulan el aprendizaje. Además, al tratarse de seres vivos, atraen el amor y magnifican las emociones positivas.
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Finalmente, no olvides la música. Un fondo suave y relajante, preferiblemente instrumental, atrae la armonía y acrecienta las buenas energías. Además, los acordes estimulan la creatividad y el aprendizaje.
Hay algunos objetos que se recomienda evitar, ya que pueden alejar las energías que estimulan el crecimiento, superación y riqueza. Por ejemplo, los relojes que no funcionan, las botellas vacías, las imágenes violentas y cosas repetidas, sin necesidad. Si tienes este tipo de objetos sustitúyelos por otros que emanen una vibración positiva.
Esta es una práctica que puede convertirse fácilmente en una forma de vida. Para ello, no dudes en consultar con un maestro del Feng Shui, que pueda guiar tus pasos con éxito. Así podrás aplicarla en el hogar, la oficina, el lugar de estudio, y en cada momento o espacio de tu rutina.