Los trastornos mentales constituyen un tema sumamente interesante, que durante mucho tiempo ha sido objeto de estudio de toda clase de disciplinas científicas. Son un mundo por explorar, porque cada uno muestra características que varían de persona a persona y pueden producir efectos sorprendentes.
Pero así como han sido tan ampliamente estudiados, aún para el común denominador de la población los trastornos mentales son terreno desconocido. Ese desconocimiento llega a veces, incluso, a generar una estigmatización de las enfermedades de este tipo y hasta temor por las personas que los padecen.
Entonces, hay que saber, para comenzar, qué es un trastorno mental. También se les llama enfermedades mentales, y son afecciones (sí, como las enfermedades físicas comunes), que afectan el pensamiento, los sentimientos de quien las padece, su estado de ánimo y, consecuentemente, su comportamiento.
El miedo que muchas personas sienten hacia las personas que padecen de enfermedades mentales tiene que ver con que este tipo de trastornos genera modificaciones en el comportamiento o la conducta, lo que hace que el modo de relacionarse sea distinto. Muchas veces, dependiendo de la gravedad de la enfermedad, el estado del tratamiento y otros factores, puede que quien padece el trastorno se vea imposibilitado para vivir en sociedad por no poder interactuar normalmente con las demás personas.
Tipos de trastornos mentales
Las enfermedades mentales pueden ser más o menos graves, y afectar a la persona de distintas maneras. Hay trastornos relacionados a la ansiedad, cuyo exponente más conocido es el trastorno Obsesivo Compulsivo, TOC u OCD, por sus siglas en inglés, o los trastornos de pánico. Estos son los que tienen que ver con las fobias o temores desproporcionados hacia distintos elementos.
Trastornos mentales relacionados con el estado de ánimo
Existen además trastornos relacionados con el estado de ánimo. Dentro de esta clasificación se engloban algunos como la depresión o el trastorno bipolar. Es importante que se tenga siempre en cuenta que estas son enfermedades reales, que tienen un componente bioquímico u orgánico; van mucho más allá de simples cambios de ánimo repentinos. Esto es necesario mencionarlo porque en la actualidad se utilizan mucho, a la ligera, términos relacionados con estas enfermedades. Es bastante común escuchar que una amiga se refiere a otra diciendo “ella está deprimida”, porque le ve triste, o “eres un bipolar”, cuando la persona tiene cambios en su estado de ánimo. Los trastornos de estado de ánimo deben ser diagnosticados por un profesional calificado y tratados adecuadamente.
Trastornos de la alimentación
Por otro lado, y por impactante que pueda parecer, los trastornos de la alimentación también son considerados enfermedades mentales. De hecho, son afecciones médicas graves, que distorsionan la visión que el paciente tiene sobre la comida. Su gravedad recae en que los trastornos alimenticios generan problemas renales, cardíacos, y pueden llevar a la muerte. Aquí encontramos, por ejemplo, los atracones de comida, la bulimia o la anorexia nerviosas.
Trastornos de la personalidad
También se consideran enfermedades mentales los trastornos de la personalidad. En síntesis, significa que quien los padece presenta conductas y pensamientos dañinos y hasta autodestructivos, que son reiterados o se mantienen en el tiempo. Su mayor consecuencia es la degradación de las relaciones interpersonales del paciente, pues no puede convivir normalmente. Generalmente los trastornos de la personalidad conllevan problemas en el manejo de la ira o el estrés. Algunos ejemplos son los trastornos esquizoide, narcisista, antisocial, esquizotípico, paranoico o histriónico de la personalidad.
Estrés postraumático
Es muy conocido el estrés postraumático, pero muchos no saben que es una forma de trastorno mental causado por eventos traumáticos. Suele suceder cuand ha peligrado la vida o cuando se ha experimentado mucho dolor, sea físico o psicológico. El miedo o excesivo estrés causa reacciones físicas y químicas que se convierten en un malestar recurrente en quienes padecen esta enfermedad.
Trastornos psicóticos
Finalmente, el tipo de trastornos más conocido y más temido, son los trastornos psicóticos. En ellos es en que se piensa, comúnmente, cuando se hace referencia a enfermedades mentales. Son los trastornos graves que distorsionan totalmente la realidad, generan alucinaciones y delirios. El mejor ejemplo de estos es la esquizofrenia, pero hay trastornos distintos que pueden también generar psicosis. Su tratamiento es farmacológico, principalmente, y la psicoterapia.
¿Qué causa los trastornos mentales?
Esta es una pregunta muy difícil de responder a ciencia cierta, porque casi nunca hay un único factor que desencadene la enfermedad, sino que se trata de una combinación de factores.
Las causas pueden variar según el tipo de trastorno, pero, suelen estar involucrados elementos biológicos, psicológicos y hasta sociales. Los trastornos psicóticos, por ejemplo, tiene n causas muy variadas. Pueden deberse a condiciones previas como problemas cerebrales o defectos congénitos, pero también el abuso de sustancias como el alcohol o drogas puede degenerar el organismo hasta producir estas enfermedades. Puede darse el caso, por increíble que parezca, de que accidentes cerebrovasculares generen enfermedades mentales con psicosis.
¿Predisposición Genética?
En líneas generales, una enfermedad mental puede deberse a una predisposición genética o a caracteres heredados, a lesiones en la infancia que inhabilitan áreas del cerebro, a experiencias traumáticas o excesivo dolor, o a desequilibrios químicos y hormonales. También se pueden causar por el consumo excesivo de sustancias psicotrópicas, exposición a compuestos químicos dañinos, o por aspectos sociales como la falta de interacción o aislamiento.
Lo más común es que los problemas sociales, como el no tener contacto con otras personas o el sufrir abusos o maltratos reiterados en los entornos privados como la escuela o la familia, se traduzcan en trastornos de la personalidad. Son especialmente graves porque pueden llevar a que el paciente se convierta en un peligro para la colectividad.
Sin embargo, una vez más, las causas de una enfermedad mental son variadas y responden a todo tipo de fuentes, pero eso no las vuelve menos importantes. Nunca se debe creer eso que muchas veces se escucha de los padres o abuelos, de “eso es falta de personalidad” o “eso es porque sus padres no le enseñaron de niño”. Hay muchos elementos que deben converger para que se produzca una enfermedad mental.
¿Qué otros trastornos mentales conoces?
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