Al hablar de la nube de Oort, todas las ideas van a reflejarse en una gigante concentración de cometas que se sometieron a las fuerzas tanto del Sol como de otras estrellas.
Esto podría explicar un poco acerca de aquellas historias que mencionan curiosidades de los cometas. Entre ellas, el hecho de que algunos cometas, cuando su curso se encuentra cercano a nuestro Sol, brillan y posteriormente, se esfuman.
Queriendo decir que al dejar de ser visibles a nuestro ojo, entonces las consideramos impredecibles, ya que desconocemos en qué momento podrían regresar y cuántos de los cometas volverán a destellar en el cielo.
Esa gran incógnita de saber cuándo un cometa puede volver a brillar, es lo que lleva a que este asunto sea de los más investigados de todas las ramificaciones científicas que dispone la astronomía en general.
Por esa razón, comentaremos sobre la conocida nube de Oort o también señalada por su nombre formal, Nube de Öpik-Oort. Pues, esta concentración de cometas es precisamente el lugar de donde proviene una significativa mayoría de dichos cuerpos.
¿Qué es la Nube de Oort?
La Nube de Öpik-Oort engloba una formación de nube de asteroides como menor escala y en mayor, una nube cometaria. Esta respectiva nube es la encargada de delimitar el Sistema Solar.
A pesar de que hasta la fecha no se tiene registros visuales obtenidos por medios convencionales sobre la nube de Oort, sí se afirma su existencia debido a la división de otros cometas que se forman en el Cinturón de Kuiper.
Con dicha información queremos explicar que los astrónomos desde hace muchos años conocen las dos clasificaciones por excelencia de los cometas: aquellos de periodos cortos que no superan los 200 años y se mantienen en una trayectoria eclíptica, tal y como el resto de los planetas. Y, por otro lado, los cometas de periodos largos que sí están por encima de los 200 años, sus órbitas son extensas y carecen de una dirección en concreto, además de que este tipo solo se identifica en una sola oportunidad.
A los de la primera división, se clasifican de proveniencia del Cinturón de Kuiper y los otros, de la nube de Oort.
¿De dónde proviene la creación de la nube?
Entre los primeros datos importantes a conocer sobre este tema, tienen que ver con el legado del descubrimiento de esta nube que se entrega a dos investigadores, Ernst Öpik y Jan Hendrik Oort, dándoles el completo honor al nombrar a esta composición, como la Nube de Öpik-Oort.
A partir de ese punto, podemos saltar a cómo se descubrió esta nube, si se supone que no hay registro por parte de los medios convencionales.
Para 1950, Jan Oort, astrónomo holandés, precisó una hipótesis que hasta el día de hoy es generalmente aceptada. Tras años de investigación y estudios profundos a lo que respecta el análisis en trayecto de cometas y sus respectivas investigaciones orbitales, Oort sostiene que el Sistema Solar (un poco más alejado de la órbita de Plutón es específico) cuenta con una gran nube esférica de la cual, provienen aquellos cometas que tengan un largo periodo. Una referencia similar a la mencionada en el punto previo de esta entrada.
En suma, dice que los objetos pudieron formarse en la acumulación de materia del Sistema Solar en las cercanías de nuestro Sol. Sin embargo, la misma fuerza de gravedad sería la responsable en haberlos expulsado. Aquellos cuerpos que no se alejaron de la zona, serían entonces los encargados de dar el inicio a la nube de Oort.
En otras palabras, Oort señala que la formación de su nube radica en el sistema planetario, específicamente en el cinturón de asteroides, cuyos objetos luego resultaron expulsados como consecuencia de la fuerza de gravedad en la interacción de otros planetas más grandes en medio de la formación de todo el Sistema Solar.
¿Cómo se transforman los objetos de la Nube de Oort?
Ciertos objetos que se encuentran en la nube de Oort, pueden interactuar con otras cercanas estrellas, dando como resultado un expelido con exacta dirección al Sol, emprendiendo así, un viaje de miles de años, durante los cuales podría sufrir alteración en su respectiva orbita como producto de la gravedad que los dos gigantes gaseosos Saturno y Júpiter emanan.
De esa manera es como los objetos de presentes de la nube de Oort terminan transformándose en cometas de largos periodos. Es de tomar en cuenta el hecho de que la mayoría de casos, una vez que estos cometas pasan por el Sistema Solar, su rumbo termina perdiéndose en el resto el espacio.
¿Cuántos objetos existen en la nube?
Ciertamente, dar un dato preciso sobre la cantidad de objetos que orbiten en la nube de Oort, no es posible debido a la falta de precisión en un tamaño y masa mínima que tengan alguno de esos cuerpos.
Es posible que existan billones de cometas, así como también es de considerar que sumándolos a todos los objetos de la nube se conformen en un tamaño de cinco (5) planetas tierras. Lo que si se compara con el tamaño de Júpiter, sería entonces un 2% de su masa.
¿Hay más nubes de Oort?
Quizá podría determinarse que otras estrellas que dispongan de sus respectivos planetas gigantes pueden contar con su particular nube de Oort. En un sentido de que, toda estrella que tenga una nube de Oort, podrían atravesar la nuestra en cada instante que se acerque a nuestro Sol.
Agregando al tema el hecho de que cada nube por estrella, podría expulsar sus cometas al espacio interestelar, y aquellos que pasen próximos al Sol, se identificarían, pues la velocidad de aquellos cometas u objetos sería mayor a diferencia de los que parten desde nuestra respectiva nube.
No obstante, en la actualidad no se tienen datos ni otro tipo de registro que afirme una presencia de cometa interestelar. Cuestión que si se analiza correctamente, no es de inmensa novedad, pues nuestro Sistema Solar es en realidad una parte pequeña de todo lo que conforma el espacio interestelar en general.
En otro asunto, este tema sobre la nube de Oort es fascinación absoluta para los astrónomos, bien sea que se dediquen a estas investigaciones o a otra área distinta. Podemos entender el grado de interés que existe sobre este contenido, ya que, como bien mencionamos más arriba, la nube de Oort quizá data desde la formación de todo lo que es el Sistema Solar.
Es decir, que desde las primeras formaciones profesionales que permitieron el desarrollo investigativo sobre la nube de Oort, permanecen desde hace muchos años y hasta la fecha, los estudios sobre el asunto no cesan y en su lugar, se incrementan. Permitiendo hallazgos en datos sobre estos cuerpos y objetos que toman un largo periodo de tiempo en poderse precisar.