El Manuscrito Voynich. ¿Alquimia o fantasía?

El Manuscrito Voynich. En 1917 en el departamento de inteligencia militar de los estados unidos (MI-8), Wilfred Frederick Fridman y su equipo practicaban descifrando códigos crípticos históricos. Muchos pasaron por sus manos sin oponerles resistencia hasta que se encontraron con El manuscrito Voynich.

Un tomo con gruesas tapas de encuadernación que conserva 230 páginas de un manuscrito fácilmente legible, pero en un códice indescifrable. En él se muestran extraños dibujos de profusión de flores y mujeres desnudas bañándose en estanques de tinta.

A primera impresión podríamos estar ante un tratado de alquimia u ocultismo.

Lo que sabemos del Manuscrito Voynich

El Manuscrito Voynich, es un libro rarísimo que se compone de 116 folios escritos por ambas caras en pergamino de piel de ternero. Algunos de estos folios son desplegables. Está escrito con un extraño lenguaje, donde también pueden apreciarse aproximadamente un millón de dibujos fantásticos.

Antigüedad

La prueba química ha datado el pergamino entre 1404 y 1438. Pero aún no hay pruebas históricas contundentes que acrediten este hallazgo.

Escritura

Otra particularidad del tomo es que, analizando su escritura de principio a fin, -en un alfabeto desconocido que se cree, podría tener entre 20 y 30 letras-, no se observan tachaduras. También que existen dos tipos de caligrafías, de lo que se concluye, tuvo por autores a dos tipos de escribas. También se sabe que usaron 5 colores de pigmentos (rojo sangre, añil, negro y amarillo o verde).

La tipografía parece una correspondiente al Quattroccento italiano, llamada ‘mano humanista’. Este tipo de letra es una adaptación de la minúscula carolingia, que era común en el centro de Europa unos siglos antes.

En dicho alfabeto se puede identificar una serie de letras con ausencia de las vocales o consonantes necesarias para completar su sentido, a la misma usanza de la Cábala Hebrea. Así una palabra podría ser leída con sus significados ocultos depende el contexto.

Piezas faltantes

Por el tipo de encuadernación y la enumeración -en la que consta le faltan 28 páginas al comienzo-, que fue realizada en años posteriores a su creación, se deduce que hay folios perdidos o arrancados intencionadamente.

Algunas anotaciones posteriores en los márgenes corresponden al dialecto de Tolón, al sur de Francia por lo que se presume habría estado un tiempo en esa región.

Ruedas concéntricas

Algunas de las representaciones de ruedas zodiacales o cosmogónicas, se cree podrían pertenecer a un tipo de criptografía móvil propuesto en 1582 por el astrónomo, filósofo y teólogo, Luis Giordano Bruno. Ya que, al realizar una animación de dichas ruedas, se pueden ver imágenes en movimiento.

La Historia detrás del Manuscrito Voynich

En el siglo XIX, un coleccionista de piezas antiguas llamado Wilfred Voynich visitó Villa Mondragone cerca de Roma buscando libros valiosos. El lugar era conocido por almacenar textos históricos de un colegio de Jesuitas.

Es allí, dentro de un Baúl que había pertenecido a Atanasius Kierger, uno de los hombres ilustrados mas famosos del s. XVII, donde Voynich encontraría -durmiendo por casi 250 años-, el manuscrito que le obsesionó por el resto de su vida.

Al morir el coleccionista, el tomo fue a parar en la Biblioteca Bainecke de Manuscritos y libros Raros de la Universidad de Yale. Donde ha continuado siendo sujeto de múltiples investigaciones por descodificar sus misterios.

Biblioteca Bainecke

Importantes revelaciones de Voynich

Antes de morir Voynich, encontró mientras revelaba copias hechas al original algo invisible hasta entonces: inscripciones en la parte inferior de una de las páginas del libro, que, aunque pretendieron ser borradas, se podía notar claramente un nombre:  Jacobus de Tepenecz.

El nombre en cuestión refería a un médico itinerante famoso por sus macerados de yerbas. También conocido como Jacobo Sinapius, se hizo famoso al tratar las continuas depresiones del Emperador Rodolfo II de Praga.

Sin embargo, al seguir este rastro, encontraríamos que el Emperador, quien era un apasionado de las reliquias científicas y mágicas, -entre las que se encontraba el manuscrito que adquirió en 1586 por 600 ducados-, también había contraído una larga lista de acreedores debido a esta afición. Dentro de los que se encontraba posiblemente Jacobus de Tepenecz, y fue así como se hizo con el tomo arcano.

Jacobo Sinapius

La carta

Junto al manuscrito, Wilfred Voynich también encontró una carta que el médico bohemio Johannes Marcus Marci, le escribió en 1665 a su buen amigo Atanasius Kierger. En la misiva consta que le envió el libro para que lo ayude con la traducción ya que Kierker se suponía en ese entonces era un científico universal que sabía todos los idiomas del mundo. En dicha carta también se revelaba el supuesto autor.

¿Quién es el autor el manuscrito Voynich?

Pronto te verás también zambullido en el mar de sus intrigas, ya que saber quién es el autor el Manuscrito Voynich, entra en el conjunto de misterios sin resolver en torno a esta pieza arcana medieval.

¿Era el autor alguien que pretendía ocultar sus conocimientos a sus competidores? ¿O quizá de la inquisición?

El Doctor Mirábilis

Según una carta encontrada junto al manuscrito, su autor sería Roger Bacon, el “Doctor Mirábilis”. Un famoso clérigo y erudito inglés que vivió en el siglo XIII. Es hombre demasiado adelantado a su tiempo, incursionó en diferentes ramas de la ciencia, una de ellas, la óptica.

Entre sus trabajos conocidos están el de haber desarrollado varios tipos de lentes de aumento para intentar corregir la vista. Fue perseguido y encerrado muchas veces por la inquisición, debido a sus investigaciones sobre la refracción de la luz y los fenómenos del reflejo. También por sus aventuradas explicaciones sobre el arcoíris.

¿Serían los dibujos del manuscrito Voynich interpretaciones de vistas microscópicas? Es fácil descubrir en sus pinturas extraordinarias, tejidos celulares vegetales, también representaciones de microorganismos, visiones que, hasta entonces, eran ocultas para la humanidad.

Dr. Mirábilis

John Dee

El emperador Rodolfo II, no sólo había sido coleccionista sino también mecenas de muchos entendidos en las ciencias y el ocultismo, entre ellos el matemático Johannes Kepler y el erudito, matemático, criptógrafo y espía inglés Jhon Dee.

Por lo que se presume que este habría sido el autor del manuscrito. Según cuenta el propio Jhon Dee, en 1581 recibió de manos de un ser iluminado un espejo negro elaborado de pedazo de antracita muy pulimentada.

A través de este espejo podía ver otros mundos, establecer contactos con sus habitantes que poseían inteligencias distintas a la humana. Jhon Dee mantuvo abundantes conversaciones con estos “otros seres”, material que forma parte del libro que publicó años más tarde Meric Casaubon: “Una relación verdadera y fiel entre John Dee y algunos espíritus”.

En este compilado aparece una lengua no humana o sintética que Jhon Dee definía como “enoquiano”. El matemático contrató a varios escribas para que anoten lo que el iba viendo a través del portal de antracita y para algunos este sería un indicio de lo contenido en el Manuscrito Voynich.

Sin embargo, las pruebas del carbono XIV desestimaron esta teoría. Es quizá luego de haber intentado descifrar el códice sin éxito, que decidiera vendérsela al emperador de Hansburgo.

El Manuscrito Voynich
Sir Jhon Dee

Leonardo Da Vinci

Otra arriesgada suposición sitúa a un joven Leonardo Da Vinci dentro de los posibles autores del Manuscrito Voynich. Esta conjetura encontraría lógica al echar un vistazo a la biografía de este multidisciplinario talento florentino.

Leonardo Da Vinci fue un niño prodigio, proveniente de una familia adinerada, que incursionó en la pintura a temprana edad, lo que explicaría que algunas de las imágenes resulten un poco infantiles, y que en que varios dibujos presentan líneas paralelas, una manera de crear sombras similares a la que usaba Leonardo da Vinci.

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¿Cómo está compuesto el Manuscrito Voynich?

Por los dibujos, se ha podido dividir el tomo en seis partes claramente diferenciadas, entre las que destacan:

La Botánica, con pinturas de 113 variedades de plantas fantásticas, entre las que se pueden distinguir en apariencia: un lirio, un brócoli y girasoles.

Extrañas mujeres desnudas, entre sus diversas pinturas aparecen mujeres desnudas, con el abdomen hinchado, sumergidas en manantiales o vadeándolos, interactuando de manera extraña con tubos y cápsulas. Podría ser una alegoría de la biología femenina.

Galaxias, una de las partes del códice está relacionada con la astrología y la astronomía. Incluye cartas astrales y símbolos zodiacales. Hay también nueve ruedas cosmológicas dibujadas en folios desplegables en las que se pueden distinguir constelaciones como las Híades, Tauro y la estrella Aldebarán. Y a la par parece describir mundos desconocidos.

El Recetario, Cierran el libro páginas con supuesto contenido de recetas de alquimia, marcadas cada una con una flor en forma de estrella.

El Manuscrito Voynich
Extrañas mujeres desnudas

¿Cuándo fue escrito el manuscrito Voynich?

Para determinar cuándo fue escrito el manuscrito Voynich. Los eruditos someten a diversos análisis los pigmentos de sus escritos y pinturas. Así logran determinar que pertenecen a una fabricación y técnica usados en los siglos XV y XVI. Lo que también arroja pruebas irrefutables de la autenticidad de sus contenidos, además de la posición económica y pericia de su autor.

Hoy se sabe que el Manuscrito Voynich data de la edad media. Y los pigmentos usados por su creador son pigmentos naturales, un material sumamente costoso para la época, bastante complicado de tratar. 

Además, por los dibujos de plantas fabulosas que no se parecen a ninguna que conozcamos, y que eran una usanza de la tradición medieval. Entonces se representaba a las plantas medicinales no ciñéndose a los detalles realistas sino a sus propiedades curativas.

El Manuscrito Voynich

Producto de la Fantasía

Pese a todo lo que ya sabemos, queda aún una hipótesis dónde parecerían calzar todos los misterios en torno al manuscrito Voynich: que se trataría de una obra inventada.

El tomo, es perfecto, no contiene errores, engloba todo lo que un apasionado de lo arcano y las reliquias históricas desearía ver reunidos en una pieza. Razones por lo que una facción de estudiosos presumen que se trata del trabajo meticuloso de un astuto falsificador. Con la finalidad de pedir por la obra, una fuerte suma como la que pagara Rodolfo II en su momento.

El Manuscrito Voynich

Conclusiones

Es inherente a nuestra civilización el afán por esconder mensajes en enrevesados códigos. Cartas en clave para los enamorados, mensajes secretos militares y todo aquello que las sociedades herméticas pretendían ocultar.

De entre todos estos afanes crípticos, destaca El Manuscrito Voynich, desafiando por siglos cualquier intento por develar sus misterios. La doctora Kate Wiles manifiesta que cada año surgen nuevas teorías sobre esta reliquia, sin acercarse un ápice a descifrarla. Por lo que el misterio que se cierne sobre su contenido continuaría sin resolver después de 600 años.

¿Qué esconde su contenido? ¿Es una pieza auténtica? ¿Porque ni la inteligencia artificial ha podido resolverlo?

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