Dos teorías se dan la mano y reconcilian ciencia y espiritualidad
Hablar sobre física cuántica de la mano de la espiritualidad podría parecer un tema complejo, y lo es. Por eso, para adentrarnos en la materia, lo primero que debemos hacer es abrir nuestras mentes y permitirnos la entrada al territorio de lo posible.
En principio, podemos pensar que por sus conceptos, ambas teorías o creencias son completamente opuestas. Sin embargo, al adentrarnos un poco más en cada una, encontramos un puente que las une perfectamente.
Así, nuestra conexión con el Universo estaría completa, y tanto la ciencia como la espiritualidad podrían finalmente darse la mano.
¿Qué es la física cuántica?
Para comenzar a comprender el espacio en que ambas teorías pueden converger, debemos manejar al menos de forma simple, los conceptos básicos de cada una.
El término “cuántica” por ejemplo, proviene de la palabra “quantum”, que se usa para referirse a la energía mínima que encontramos en una partícula. Esta energía se rige por leyes que incluso en el mundo moderno no logramos comprender del todo, y es precisamente ese comportamiento lo que la física cuántica se dedica a estudiar.
Materia, átomos, partículas y energía
Tratemos de explicarlo de una forma algo más simple. La materia, tal como la conocemos, está formada por los átomos y estos a su vez están formados casi en su totalidad por pequeñas partículas de luz, que curiosamente son incorpóreas. Es decir, carecen de masa.
Así, si viéramos por un microscopio realmente poderoso, encontraríamos que el átomo está construido a base de pequeñas luces que, además, se rigen por sus propias leyes. Estas, al comprimirse, agruparse, forman el átomo, que a su vez, se conecta con otros formando “las cosas”.
Si llevamos este hecho hasta nosotros mismos, la conclusión sería bastante lógica; somos energía.
El comportamiento del mundo cuántico
Lo primero que debemos entender es que el comportamiento de las partículas en el mundo cuántico es completamente diferente al que conocemos dentro de la física clásica.
Aquí, lo primero que sucede es la apertura de un sinfín de posibilidades para un mismo hecho, donde el tiempo no existe de forma lineal y los acontecimientos suceden de forma paralela, en su presente, pasado y futuro. ¿Complicado?
El mundo cuántico en un ejemplo
Imaginemos una torre de cubículos. En cada piso encontramos un espacio para cada momento lineal del tiempo de un mismo acontecimiento (pasado, presente y futuro). Luego en los demás pisos tendremos los diferentes escenarios de lo que “podría ser”, para este mismo hecho. Como un “multiverso”.
Ahora bien, como en una serie de películas simultáneas, cada cubículo está ejecutando la escena que le corresponde. Al mismo tiempo. Ahora imaginemos que podemos saltar a cualquier espacio temporal, de cualquier desenlace, sin ningún orden específico. Eso es el mundo cuántico. (O al menos una parte)
Señales electromagnéticas en el mundo cuántico
Según los expertos, la sola observación del mundo cuántico interfiere con la conducta de las partículas, afectando su realidad.
Siendo esto así, podemos suponer que nuestros pensamientos y emociones afectarían nuestras propias partículas alterando entonces nuestra realidad. Claro está, gran parte de esto sucedería en lo que llamamos el mundo del subconsciente, lo que explicaría que muchos de estos cambios sucedan de forma imperceptibles para nosotros.
Nuestro cerebro
Entonces, si consideramos que nuestro cerebro genera ondas electromagnéticas, estas estarían interfiriendo con las partículas cuánticas.
Es así como nuestros pensamientos pueden concentrarse en los posibles desenlaces de un acontecimiento, los cuales pertenecen a los escenarios del mundo cuántico. Una vez que son observados, se convierten en una posibilidad y por lo tanto pueden hacerse reales.
En el mundo espiritual, nuestras creencias nos invitan a programarnos (con pensamientos positivos) para construir nuestro bienestar.
Una gran conexión entre partículas
Un curioso dato nos cuenta que si tomamos una de estas partículas y la dividimos en dos partes iguales y las separamos a cientos de kilómetros de distancia, la conexión entre ellas continuará intacta.
Es decir, que si aplicamos frío o calor a una de las partículas, su gemela sentirá los efectos de este experimento.
En este punto, podemos comenzar a ver como se conectan la física cuántica y la espiritualidad.
¿Qué es la espiritualidad?
La espiritualidad se refiere principalmente a la aceptación de una parte o esencia inmaterial del ser, conocida en algunas creencias como “el alma” la cual debe cultivarse positivamente en beneficio del ser.
Un dato curioso sobre la espiritualidad es precisamente que ella nos conecta con una entidad superior, alguien a quien pertenecemos como parte de un todo. Como si fuéramos una de sus pequeñas partículas.
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Teoría del Big Bang, espiritualidad y la física cuántica
Seguramente el nombre de la Teoría del Big Bang te es bastante familiar. Siendo actualmente una de las más aceptadas y comprobadas, nos habla de que el universo entero se creó a partir de una gran explosión que se originó en un centro de energía y se expandió a gran velocidad, convertida en materia.
Si unimos esto a los conceptos de la física cuántica, entonces podremos decir que somos parte de un todo, que está conectado entre sí, debido a la energía que nos rodea y que mantiene unidos a los átomos, formando la materia.
Entonces, dada la conexión que las partículas tienen entre sí, nuestra propia esencia subconsciente también estaría unida a este “gran todo”. Es allí donde comienza nuestra conexión con la espiritualidad.
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La armonía o coherencia vibratoria
Cada uno de los seres que ocupan el universo mantiene una estrecha relación con su entorno, la cual debe estar en perfecta armonía y orden, a esto se le llama coherencia vibratoria. Ahora bien, cuando esta armonía se rompe, surgen los escenarios negativos, como la enfermedad.
De este modo, la medicina cuántica propone la reorganización de dicha frecuencia, para colocar al individuo nuevamente en el espacio que le corresponde. Desde luego, las emociones del mismo deben estar en sincronía con aquello que se desea lograr.
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¿Entonces podemos cambiar nuestra realidad con la física cuántica?
Muchos expertos aseguran que así es. El pensamiento cuántico nos enseña a proyectar la realidad deseada, para poder “atraerla” hasta nosotros.
Hoy en día, muchas religiones y creencias aseguran que esta afirmación puede incluso curar enfermedades. La proyección de un escenario donde el individuo se mira a sí mismo en las condiciones de salud que desea, rodeado de prosperidad, invitan al mundo cuántico a traer este posible escenario a la realidad que se está viviendo.
Pensar en positivo
Una cosa de la que podemos estar totalmente seguros es que el pensamiento positivo genera bienestar. Una persona que se mantiene optimista enfrentará las diversas situaciones de su vida con el convencimiento de encontrar soluciones u opciones que le ayuden a hallar el lugar donde se sentirá mejor.
Por lo tanto estará construyéndose a sí mismo constantemente. Mientras tanto, la física cuántica junto con la espiritualidad tendrán como objetivo el equilibrio energético, emocional y material de nuestro propio ser.
Excelente articulo educativo en sencillo razonamiento para explicar una profunda y maravillosa realidad.
Me encantó el tema ahora mismo estoy descubriendo mi yo superior en un muy alto nivel de conciencia gracias por este maravilloso artículo y exelentes imágenes
Muy interesante, me fascina, mi mayor deseo es seguir aprendiendo, evolucionar, lograr mi más alto nivel espiritual. Gracias gracias gracias
Saludos cual es el nombre de esa Diosa?
Muy buen escrito, definitivamente soy de los que piebsa que la física cuántica vino a cerrar la brecha que el hombre por intereses absurdos creó entre la ciencia y la espiritualidad, ola ciencia y la religión. Pienso que la ciencia no puede existir sin Dios y Dios es ciencia pura.