Experimento de Milgram: Obedecer las ordenes de la autoridad

¿Por qué los humanos obedecemos? ¿Hasta qué punto estaríamos dispuestos a llegar con tal de seguir ordenes? El experimento Milgram es considerado uno de los más aterradores de la psicología, fue desarrollado por Stanley Milgram en busca de descubrir la capacidad del humano de hacer cosas horribles con tal de acatar las órdenes de la autoridad. A continuación, te explicamos más sobre el experimento.

Experimento de Milgram: obediencia

¿En qué consistía el Experimento Milgram?

Milgram quería entender por qué el hombre seguía órdenes de quien consideraba una autoridad y como consecuencia de estos pensamientos decidió llevar a cabo este experimento. Tuvo 40 participantes hombres, todos voluntarios, a los cuales se les notificó que sería un experimento sobre la memoria.

Existían tres personajes en el experimento: el alumno, el maestro y el investigador. Por medio de un falso sorteo, al participante siempre le correspondía ser el maestro. Las reglas eran realizarle un cuestionario al alumno y si este no sabía la respuesta o no contestaba de forma correcta recibiría una descarga eléctrica, por cada error aumentaría 15 voltios.

Lo que desconocía el participante (que era el maestro) es que el personaje del alumno no era otro participante sino un actor, quien contaba con una máquina con pistas de audio previamente grabadas y que reproducían el grito a medida que el voltaje de la descarga eléctrica aumentaba.

Si el maestro no quería seguir con las descargas eléctricas, intervenía el investigador, quien le ordenaba por medio de cuatro frases que siguiera con las descargas. Las frases iban desde peticiones amigables hasta órdenes agresivas. Se le hacía ver al maestro responsable de lo que le sucediera al alumno.

Milgram y ayudantes en el experimento

Teoría de la cosificación

En el experimento se mostraba una jerarquía, donde la autoridad era el investigador, el maestro seguía las ordenes como un agente y el alumno era el sumiso. De allí se da la teoría de la cosificación, cuando una persona entiende el lugar que corresponde en el plano jerárquico. La teoría contaba de cuatro fases:

  1. La capacidad de ejercer como un agente en la sociedad, como las familias, la escuela y el trabajo. Aquí, es normal que al obedecer se de una recompensa y al contrario se reciba un castigo.
  2. Aceptar que no es la autoridad y obedecer a quien es el líder. En el caso del experimento las demandas de quien es el líder (el investigador) son adecuadas a las circunstancias.
  3. Un agente valora más la palabra de su superior que del súbdito. El maestro seguía las órdenes del investigador sin considerar las del alumno.
  4. Mantener en constante satisfacción los deseos del líder, puesto a que si dejara de hacerlo podría recibir un castigo como consecuencia.
Stanley Milgram

¿Cuáles fueron los resultados de los participantes?

Para la sorpresa de Milgram y sus ayudantes, 26 de los 40 participantes llegaron a dar descargas de 450 voltios y todos administraron un mínimo de 300 voltios, a este punto el alumno ya podía dejar de dar señales de vida. El experimento terminaba formalmente cuando se daban tres descargas de 450 voltios.

Aquí, Milgram reflexionó y pensó: “¿Hasta qué punto seguiría ordenes un ser humano promedio aun sabiendo que pone en riesgo la vida de otros?”. Bien podía concluir, que al principio seguían ordenes porque aceptaban el hecho de no ser la autoridad, pero luego porque no tenían la capacidad de romper con la jerarquía establecida, donde el investigador está por encima y el maestro por debajo. Romper el orden en espacios reales da como resultado altos niveles de ansiedad en una persona promedio.

Milgram también hizo un documental donde mostraba el experimento y los respectivos resultados, sin embargo actualmente es difícil conseguir las copias originales. La película se llama: “Obediencia”.

Participantes en el experimento sobre obediencia

Conclusión

Realmente somos capaces de hacer cosas horribles si nos lo pide una autoridad; si una persona tiene principios, valores y una ética de satisfacer las órdenes de quien se lo pide, automáticamente hará todo lo posible por cumplirlos.

Experimento de Milgram

Sin embargo, a pesar que hubo algunos que les costó llegar al final, aun tuvieron la capacidad de administrar descargas eléctricas. Milgram concluyó entonces que a este punto, cuando seguimos órdenes, no somos responsables del acto, sino de obedecer.

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