El polvo cósmico: todo lo que necesitas conocer sobre esta materia

El polvo cósmico se encuentra entre las materias más curiosas y estudiadas por astrónomos, pues a raíz de esas diminutas partículas, parte la vida de anillos y nubes en el universo una vez que se acumulan lo suficiente.

Materia del polvo cósmico

Si bien es cierto que, el polvo cósmico, se menciona con menor frecuencia que otros temas relacionados con el universo (como los cuerpos celestes, planetas extrasolares y demás), resulta un tema entretenido e interesante que aporta más referencia a aquellos cuerpos y materias suspendidas más allá de lo que podemos observar a simple vista.

En otras palabras, no es un asunto de solo un polvo regado por todo el espacio, sino que esas partículas son pilares para la formación de materiales que dan origen a planetas rocosos, meteoritos, asteroides y otros.

Por consecuente, estaremos comentándote asuntos relacionados con el polvo cósmico, así como su formación y tipos.

¿Cómo es formado el polvo cósmico?

Inicialmente, se forman en los alrededores estelares, ya que estas partículas son tan pequeñas y sólidas como las del humo.

Por otro lado, es posible que leas sobre este tema y lo denominen como polvo de estrellas, por el hecho de que este es un término utilizado para referirse al mismo polvo cósmico debido a su origen.

Con ello queremos decir que, cuando una estrella (así como el Sol) envejecen, hacen abundante expulsión a la atmósfera de sus respectivas capas más antiguas. 

Dicha expulsión forma una atmósfera espesa y fría, lo que es un ambiente ideal para dar el origen a la formación de las partículas.

Es evidente que, si nos referimos a las partículas como polvo de estrellas, es porque este tiene origen en ellas. Y así como sucede con el Sol, también pasa lo mismo con otras estrellas.

Sus partículas terminan viajando por todo el universo que, puede llevarla a varios fines. Uno de ellos es que, el polvo cósmico se destruya a consecuencia de la radiación en su entorno y el otro es que, simplemente, quede suspendida en el espacio hasta acumularse con otras partículas y que se forme un grano de polvo.

El polvo al que nos referimos no es parecido al que podemos encontrar en casa o cualquier otro lado, ya que el del espacio, está conformado por cadenas de silicio y también, por partículas de piedras y hielos.

En cuanto al tamaño del polvo cósmico, la verdad es que tiene varios aspectos, pues unos pueden llegar al tamaño de una cadena de ADN y otros tan finos como un alfiler.

Todo el universo está lleno del polvo

En la introducción a esta entrada comentamos en una parte que, este polvo cósmico se encuentra en abundancia regada por todo el universo.

La cuestión es que ese es un factor algo molesto para una significante cantidad de astrónomos, debido a que consideran que tanto polvo cósmico regado en el universo es molesto porque no permite observar la verdadera luz de las estrellas en el cielo.

Eso se debe a que, como el polvo está suspendido en gran cantidad en el espacio, su presencia (se forman en nubes) distorsiona la luminosidad de los cuerpos brillantes que alcanzamos a observar.  

Sin embargo, el polvo cósmico también causa intriga en los profesionales del tema, pues lo que hoy es una partícula o grano de polvo, en un futuro puede convertirse en algo inmenso.

¿Cuáles son los tipos de polvo cósmico?

Anillos

Entre los principales y más conocidos entre esta categoría de los polvos cósmicos, están los anillos que poseen algunos planetas de nuestro respectivo Sistema Solar.

Se producen por las colisiones entre esteroides, estos viajan alrededor del sistema solar hasta que impactan en la superficie de las lunas, cuestión que conlleva a la fragmentación de sus partículas.

Nuestra luna está plenamente cubierta por una fina capa del polvo cósmico a consecuencia de los mencionados tipos de impactos.

Algunas veces, cierta cantidad de los polvos se quedan alrededor de los planetas o satélites llegando a formar un halo del mismo cuerpo. Otros, se esparcen por todo el satélite (como en circunferencia) hasta dar la forma de un anillo. A dicha forma se le conoce o denomina como polvo circunferencial.

La sonda Voyager se encargó de detectar por primera vez unos tenues y débiles anillos en Júpiter y la razón del origen de las mencionadas formaciones, se debe a los impactos de asteroides en las pequeñas lunas (Tebe, Metis, Amaltea, Adrastea)

Polvo Interestelar

Las estrellas son los cuerpos que más expulsión de polvo cósmico ejecutan, ya que lo hacen cuando llegan al final de sus vidas y luego cuando pasan a convertirse en una estrella supernova. En este último caso, cuando explota y dejan una inmensa nebulosa, una poca cantidad de esta materia se condensa en forma de polvo.

Un dato curioso sobre este factor es que, puede que exista nada más que 1 átomo de hidrógeno por cada centímetro cúbico que tiene el espacio, pero, el polvo interestelar es más que suficiente como para el enrojecimiento y extinción de la luz de la estrella.

Polvo cometario

Los cometas, a medida que van acercándose al sol, se desintegran en cierta parte de su composición motivada a la intensa radiación que emana nuestra estrella gigante, el Sol. Los gases que empieza a expulsar forman las populares cabelleras y colas largas de polvo y gases.

Polvo intergaláctico

Así como en el resto del universo, el polvo también se encuentra presente entre las galaxias. Siendo las espirales, las que más concentran polvo y gas (sobre todo en el disco y los brazos), a diferencia de las elípticas.

¿Podemos observar el polvo cósmico?

El universo es un tema maravilloso, pero lo más increíble es poder salir a mirar el cielo y notar aquellos cuerpos de los que investigamos y leemos porque conforman nuestro espacio.

Así es el caso del polvo cósmico, ya que detectar su existencia no es una actividad imposible. Se trata de la luz zodiacal, representada por una banda de luz que da alusión a una forma de triángulo o cono y da presencia en el cielo en el lugar donde surge la eclíptica.

Quizá puede que escuches sobre el asunto bajo el nombre de falso amanecer (en caso de que no utilicen el término de la luz zodiacal). El nombre se origina a que la luz que emana parece que se ubica por encima de las constelaciones zodiacales.

Quienes se encuentran en el hemisferio sur pueden empezar sus respectivas observaciones a este polvo cósmico durante el anochecer en épocas finales del verano o al principio de la siguiente estación. Al igual que pueden buscarla cuando esté la primavera, justo antes de que amanezca.

Por el contrario, quienes se encuentren en el hemisferio norte, tendrán que observarlas al amanecer durante otoño o bien, en primera durante el anochecer. Para aquellos que se ubiquen en latitudes ecuatoriales, pueden notar la presencia de la luz y partículas cósmicas durante los 365 días del año.

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