Los agujeros negros, según como nos lo explica la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (mejor conocido por sus siglas en inglés, NASA) son objetos astronómicos cuya fuerza de gravedad es extremadamente fuerte al nivel de que la luz no pueda escapar de ellos.
Es muy probable que conozcas un poco cómo puede ser el aspecto visual de lo que es un agujero negro porque desde varios años atrás, tanto películas como series animadas, se encargaron de darnos una idea de la inmensidad de estos objetos astronómicos.
Pero es en esta ocasión, que veremos con un poco más de profundidad qué son y, si no habías escuchado sobre agujeros blancos, entonces quédate leyendo esta entrada porque también comentamos un poco sobre dichos cuerpos.
¿Qué son los agujeros negros? ¿Cómo se forman?
Como bien lo mencionamos en un inicio de esta entrada, la NASA nos dejó en claro que nada puede escapar de la atracción gravitacional característica de estos cuerpos tan densos que se encuentran en el universo.
Sí es cierto que para que se forme un agujero negro deben pasar miles de años hasta lograrlo, pues primero una estrella debe ser una supernova, que es cuando el núcleo se explota y no existe otro tipo de fuerza que impida que la fuerza de gravedad se cierna por completo sobre el cuerpo.
Los mencionados objetos astronómicos cuentan con un tamaño determinado y muchas veces se le llaman finitos, al igual que también pueden conocerse como un horizonte de eventos.
Por otro lado, es probable que escuches a una variedad de personas comentar que cada galaxia contiene en sus núcleos agujeros negros de una inmensidad más grande (y por mucho) que la de nuestro sol aunque se desconozca cómo se formaron allí.
Resulta normal pensar en agujeros negros e imaginar un cuerpo de magnitud extraordinaria y en verdad, mucho de ellos lo son. Incluso algunos son agresivos y energéticos, pues al mantenerse consumiendo polvos, gases, estrellas y demás, los objetos astronómicos “disparan” jets de radio al igual que cuásares, que se trata de puntos de intensa luz.
Así como hay objetos astronómicos tan violentos como el ejemplo que recién mencionamos, existen otros que resultan mucho más calmados y frecuentemente, son los que llevan un mayor tiempo en el universo.
Resulta curioso que cuando se trate de ver en medio de los agujeros negros, en realidad no se pueda observar que pasa más allá de su núcleo, pero sí resulta posible percibir qué es lo que le sucede a los demás cuerpos que se encuentren cerca de ellos.
¿Los agujeros negros se evaporan o mueren?
Basándonos en estudios científicos como los realizados por Stephen Hawking, los agujeros negros pueden no ser eternos y la materia no la consumen por siempre. Sucede que, queda una especie de “goteo lento” que se presenta en una energía denominada como Radiación de Hawking.
Lo que en otras palabras quiere decir que, hay altas probabilidades de que no tengan vida eterna, aunque sí van disminuyendo la inmensidad de tamaño, pero cuando eso sucede, los niveles de radiación incrementa.
En otro orden de ideas, significa que mientras se vaya desvaneciendo el objeto astronómico, más fuerte será la intensidad de radiación del agujero negro.
A pesar de toda esa teoría, no se conoce actualmente a ciencia cierta qué sucede cuando un cuerpo de estos llega a las últimas etapas de su evaporación.
Algunos científicos creen que se quedan como un remanente diminuto, pero la realidad es que el concepto que se mantiene sobre el desvanecimiento de los objetos astronómicos de este tipo, no es más que especulación.
Debemos tomar en cuenta que estos cuerpos son extremadamente densos, por lo que ni siquiera la luz puede escapar de su absorción. Por lo tanto, los estudios respectivos a este tema de agujeros negros suelen tardarse o complicarse un poco más con relación a otros cuerpos del universo.
Sin embargo, de la mano de la tecnología y los científicos, cada vez se alcanzan nuevos avances en técnicas de aprendizaje que faciliten poder estudiar mejor a estos objetos astronómicos.
En los próximos años se mantiene la esperanza de obtener actualizaciones de información sobre los agujeros negros, pues dentro de poco tiempo el telescopio James Webb será lanzado al espacio con la finalidad de buscar más planetas extrasolares y los discos que se encuentren en torno a hoyos negros que generen cuásares.
¿Qué sucede cuando dos agujeros negros chocan?
Que dos galaxias se unan, equivale a que en cualquier momento sus agujeros negros (supermasivos, millones de tamaños más grande que nuestro sol) deben coincidir, bien sea que se acerquen poco a poco hasta el centro donde choquen uno con otro o bien, un impacto directo.
Es en ese preciso instante, donde ambos objetos se tocan, que la situación se vuelve emocionante, pues uno puede imaginar que ambos cuerpos se acercan de buena manera. Sin embargo, ambos cuentan con una fuerza tan excesiva, que alguno de los dos es expulsado de la respectiva galaxia, a una velocidad muy extrema al punto de que nunca pueda regresar.
Tomemos en cuenta que para que se dé un choque de dos agujeros negros, tendría que pasar muchísimo tiempo. Además de que es un evento poco común.
Por otro lado, retomando el asunto de la expulsión de un núcleo durante un choque, este tipo de lanzamiento sucede debido a que el agujero que produce la “patada” al otro objeto, absorbe cantidades elevadas de energía que se dirige en directo al disco de gas y polvo en el que se rodea. Y en seguida, el disco irradia un resplandor leve de rayos X persistente por miles de años.
Según estudios, se espera que dentro de 5 mil millones de años La Vía Láctea y Andrómeda colapsen hasta fusionarse en una sola. Conllevando a una fuerte posibilidad de que exista un agujero negro de esa galaxia que eventualmente termine chocando con el otro.
Pues, nuestra Vía Láctea tiene un agujero negro que no emite irradiación o brillo y se mantiene inactivo. Esto a consecuencia de no tener a su alrededor ningún tipo de materia que pueda absorber.
¿Qué son los agujeros blancos?
Para explicar qué son los agujeros blancos debemos introducir brevemente que la relatividad general cuenta con ecuaciones de propiedades matemáticas bastante interesantes, pues resultan simétricas del tiempo.
Esto lo que quiere decir es que, cualquiera puede agarrar la solución a las ecuaciones y apostar porque el tiempo no fluya hacia adelante (es decir, que fluya a la inversa). Hasta obtener otro grupo de solución con la misma veracidad ante dichas ecuaciones.
Al aplicarse este reglamento de las soluciones matemáticas a la de agujeros negros, obtendremos como resultado un agujero blanco.
Ya sabemos que, un agujero negro se trata de un cuerpo astronómico al que no se le escapa nada de materia que se encuentre en sus alrededores. Entonces podremos intuir que, según aplicada la regla, debe existir otra región o cuerpo del espacio donde no pueda caer ningún cuerpo.
Entonces, sí un agujero negro nada más puede absorber una infinita cantidad de cuerpos, objetos y otras materias, quiere decir que el agujero blanco tan solo podrá escupirlas.
Llegando a la conclusión que estos cuerpos blancos son el resultado exacto y válido a la ecuación relacionada con la relatividad general. Aunque en verdad, no significa que deba existir exclusivamente uno en la naturaleza.