Paciencia, constancia y autocrítica, son algunas de las cosas necesarias para lograr escribir tu primer guión de Cine
Escribir un guion de cine no es precisamente una cosa fácil. A pesar de que tus ideas puedan parecer excelentes y creativas, convertirlas en un bien guion, capaz de llegar a la Gran Pantalla, requiere mucho trabajo y organización.
Desde luego, no se trata de desanimarte. Al contrario, estamos aquí para darte algunos tips muy útiles para que puedas poner todo tu empeño y logres crear ese guion que has planeado cientos de veces y no logras que termine de salir a la luz.
Para empezar, hemos establecido una docena de pasos que deberás seguir con orden y cuidado, como si se tratase de un mapa mental. ¿Listo para empezar? ¡Comencemos!
Primer paso, tener una idea
Desde luego, esto parece muy evidente. Pero nos referimos a la idea concreta, armada. Algo que sea llamativo y que puedas resumir en una frase que llame la atención del público, especialmente al que va dirigido tu guion. Esto se llama Logline.
No se trata solo de tener una historia, se trata de conquistar con ella. Y para eso es importante tomar en cuenta dos cosas. Que sea comprensible, es decir clara y concisa. Y lo más importante, que sea comercial.
Mientras más interés captes, más comercial, por lo que estaríamos más cerca de lograr el éxito.
El conflicto no puede faltar
Aquí es donde comenzamos a darle más forma a la historia. Es momento de definir los acontecimientos puntuales más importantes, que afectarán a los personajes.
Debes manejar los tiempos, y tratar de limitarle a lo más resaltante. Los detalles llegarán después. Ahora lo importante es saber qué, cuándo y a quien. Por lo que tu protagonista debe salir a la luz en este paso, así como el antagonista y el conflicto principal entre ambos.
Toma en cuenta que no debes ocupar más de unas 5 líneas. Este es tu Storyline.
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Conociendo a los personajes
Tómate todo el tiempo que necesites en este paso. Recuerda que estás escribiendo un guion de cine, y no en medio de una carrera. Así que enfócate en lograr un resultado que te haga sentir satisfecho y abraza la paciencia como tu aliada.
Para desarrollar los personajes cada escritor tiene su estilo. Puedes armar una pequeña ficha con los datos más resaltantes o bien desarrollar profundamente su personalidad. Lo importante es que estén bien definidos y que sepas exactamente como responderán ante las situaciones que han de enfrentar.
Un consejo bastante bueno es que sea como sea que decidas que es tu estilo, no dejes de elaborarlos con detalle y cuidado, de esta forma se te hará más fácil y natural armar los diálogos y sumergirlos en la historia.
Hora de escribir en serio
El momento de los detalles ha llegado. Ahora debes tomar todo lo que tienes dentro de esa mente brillante de escritor y vaciarlo en tu ordenador, sin dejar nada por fuera.
No te preocupes si alguna idea no te convence, hay suficiente tiempo para arreglarla, darle forma o simplemente cortarla y sustituirla por otra mejor. Lo importante es que escribas toda la historia, tal como la has imaginado.
Algunas personas al escribir, gustan de comenzar por el final y de este modo llevar a los personajes directo a su destino. Otros prefieren dejar que la marea de los acontecimientos los inspire hacia desenlaces inesperados. El estilo lo decides tú.
Drama, acción y letras
Mientras escribes, debes desarrollar los espacios donde la acción se presente y por supuesto los giros inesperados y dramáticos dentro de la historia.
Para empezar, ya has presentado a tus personajes en su ambiente, le has descrito al público cual es la situación y los adentraste al mundo donde se desarrolla el guion. Ahora es momento de que algunos acontecimientos comiencen a activar las cosas, para que puedas mantener el interés de tu audiencia.
Esto puede ser más complicado de lo que parece, por lo que la recomendación es tener una serie de acontecimientos enlistados y pre enlazados que dejarás entrar en escena, siguiendo un orden que mantenga la acción, como en un juego de “sube y baja”.
Ni mucho ni poco
Toma en cuenta que si te extiendes demasiado entre un momento de tensión y otro, la audiencia puede perder el interés. Pero si no les das respiro podrías agobiarlos y perderlos entre los hilos, y tu historia se haría incomprensible. Lo ideal es mantener un equilibrio.
Preparando las tarjetas
Es momento de apartarnos por un rato del ordenador y hacer algo de trabajo manual. Ahora separaremos nuestra narración por escenas y las montaremos en tarjetas que luego usaremos para organizar la historia. Cada tarjeta describe la escena con una frase sencilla.
Es bueno que prepares un corcho donde colocar las tarjetas, separando tres secciones, inicio, desarrollo y desenlace, para que puedas distribuir los acontecimientos en el orden adecuado.
Las escenas
Algo muy importante a tomar en cuenta es que mientras menos tarjetas tengas que manipular, más fluido será el procedimiento que continúa adelante.
Entonces, si al revisar tus acontecimientos encuentras que dos situaciones pueden perfectamente ir juntos en una misma escena, no dudes en juntar sus tarjetas.
Selección de escenas
Mientras preparas el tablero de escenas, es buen momento de aprovechar para revisar algunos de los acontecimientos. Es decir, que haremos un pequeño análisis de cada una de las escenas para descubrir su peso en la trama y determinar si vale la pena que continúen en el tablero.
Recuerda que lo importante es no rellenar demasiado la historia y que por el contrario, esta se mantenga en movimiento. Así que si la escena no aporta nada de peso o no ayuda a avanzar la trama, lo más conveniente será eliminarla.
Este es un paso que por nada del mundo debes omitir, pues una vez que puedes ver las escenas por separado, es mucho más fácil revisar de nuevo la importancia de cada suceso dentro de la historia y el momento oportuno para que cada uno suceda, creando el efecto deseado.
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Sin apuros
Tómate tu tiempo, y recuerda que aún puedes cambiar, eliminar o agregar lo que necesites para lograr el resultado que te haga sentir satisfecho.
También puedes pulir los detalles de cada escena, como por ejemplo donde empiezan, como se conectan entre sí y donde terminan. No olvides resaltar el eje central de cada una de ellas.
Llegó la hora de escaletar
Una vez que tienes el tablero listo, con todas las escenas que has seleccionado en orden, es momento de escaletar.
Esto se refiere a poner en orden las escenas y acontecimientos de la trama para que tenga sentido. Y para ello, usarás el tablero y las tarjetas que has preparado previamente, convirtiéndolo en una lista más manejable.
Elaborando el guion literario
Elaborar el guion es lo siguiente en nuestro plan y empieza justo cuando has quedado satisfecho con el resultado de la escaleta.
Es muy simple, ya que lo único que debes hacer es desarrollar los detalles de las escenas, pero sin diálogos. Es decir, describir lugares, personas, movimientos, etc.
Agrega los diálogos
Una vez que has ampliado la descripción de cada escena, es momento de poner a tus personajes a interactuar y “hablar”.
Para este momento ya has recorrido un buen camino junto a tus personajes y los conoces lo suficiente como para que este paso salga de lo más natural.
Además, sabes a la perfección cuales son los acontecimientos por lo que aunque parezca difícil al principio, colocar los diálogos debe resultarte un paso bastante sencillo. Especialmente después de lo que has logrado hasta ahora.
Revisar y reescribir
Mientras avanzas, recuerda dar unos cuantos saltos atrás y revisar lo que has escrito. Es posible que descubras que tus diálogos más recientes son más fluidos que los primeros, por lo que es posible que quieras retocarlos un poco.
Una vez que has llegado al final, debes dejar de lado el guion de cine por un tiempo. Esto no significa que has renunciado a él, en absoluto. Pero antes de continuar, necesitas limpiar tu mente y vaciarla de todas las opciones por las que has pasado.
Entonces, debes releerlo, revisarlo y reescribirlo nuevamente, ajustando las ideas y puliendo los diálogos. No te asustes, esta parte del proceso deberás hacerla varias veces, hasta que estés conforme al 100%.
Busca una segunda opinión
Pide a alguien cuya opinión respetes que lea tu guion de cine. Si es posible, elige una persona que pueda estar dentro del público al que va dirigido. Lo más probable es que después de tanto esfuerzo, tus evaluadores alaben el resultado sin más.
Pero tú debes conseguir que lo critiquen, que de ten opiniones valiosas sobre la dinámica de los acontecimientos y el desarrollo de los personajes. Luego, escucha sus opiniones, tómalas en cuenta, regresa a tu ordenador y… Reescribe.
Nunca olvides que tu objetivo es contar una historia y conquistar un público. Así que no dejes de prestar atención a las sugerencias que tengan para tu guion de cine.
El momento más esperado
Después de leer hasta aquí, pensarás que tu guion de cine jamás estará listo. Y realmente así es. Siempre sentirás que hay algo más que puedes cambiar, un detalle que mejorar. Pero en algún momento, deberás tomar la decisión y decir: “¡Terminé!”.
Cuando ese momento llegue, y te sientas satisfecho con tu esfuerzo, disfrútalo. ¡Te lo has ganado!