Inteligencia Artificial, ¿apoyo o temor?

La inteligencia artificial o la IA, como se conoce comúnmente por sus siglas, es, dentro del ámbito de las ciencias computacionales, el conjunto de los sistemas o conjugación de algoritmos, que tienen como fin «crear máquinas que simulan la inteligencia humana«.

Inteligencia Artificial, ¿apoyo o temor?

Esta simulación va enfocada a realizar tareas, que normalmente realizan los humanos, con información que va recopilando, de acuerdo a las instrucciones que se le den.

En teoría, la inteligencia artificial no tiene como objetivo reemplazar o sustituir a los humanos, sino, optimizar de manera importante las contribuciones y capacidades humanas.

Sus inicios se dieron poco tiempo después de la Segunda Guerra Mundial. El nombre fue adoptado en el año 1956, por el informático John McCarthy, en la Conferencia de Dartmouth.

En la actualidad, podemos ver la IA presente en computadoras que realizan desde juegos de ajedrez hasta la conducción autónoma en automóviles. Con esta tecnología, las computadoras pueden ejecutar tareas específicas.

Para esto, deben ser preparadas con los datos necesarios, así como con los patrones requeridos para procesar dichos datos.

Origen de la Inteligencia Artificial

Como ya mencionamos anteriormente, el término inteligencia artificial fue adoptado en el año 1956. En los últimos años, ha ido ganando popularidad.

Esto debido al aumento progresivo en el volumen de los datos, los algoritmos avanzados y las mejoras que estos datos han tenido en su procesamiento y almacenaje.

Inteligencia Artificial, ¿apoyo o temor?

En el año 1950, se realizaron las primeras investigaciones de la IA, en el cual se examinaban temas, tales como: solución de problemas y métodos simbólicos.

Para el año 1960, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, se interesó en esta investigación y comenzó a preparar computadoras para que simularan el razonamiento humano básico.

Un ejemplo de esto lo podemos ver en la década de los años 1970, cuando la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, llevó a cabo proyectos de planimetría.

Asimismo, para el año 2003 produjo asistentes personales inteligentes, antecediendo a los populares, Siri, Alexa o Cortana.

Estos primeros trabajos hicieron la entrada para la automatización y el razonamiento formal, que observamos en las computadoras actuales, las cuales incluyen, además, sistemas de soporte de toma de decisiones y sistema de búsquedas inteligentes

Estas funciones vienen a complementar y aumentar las capacidades humanas.

A pesar de que la industria cinematográfica nos muestra a la inteligencia artificial, como robots que imitan a humanos y que además buscan desplazarlos para así apoderarse del mundo, la realidad de la IA actual no es tan “oscura”.

Inteligencia Artificial, ¿apoyo o temor?

La inteligencia artificial se ha ido transformando para aportar beneficios particulares a todos los sectores industriales.

Clasificación de la Inteligencia Artificial

Los expertos en ciencias computacionales Stuart Russell y Peter Norving, clasificaron la inteligencia artificial en:

Sistemas que razonan como humanos

En este tipo de IA se engloban los sistemas que automatizan actividades. Tales como: el aprendizaje, la toma de decisiones y la resolución de problemas. Un ejemplo de ello, lo constituyen las redes neuronales artificiales.

Sistemas que actúan como humanos

En esta se observan las computadoras que llevan a cabo tareas de forma similar a como podrían realizarla los humanos. En este tipo es donde vemos a los ya conocidos ROBOTS.

Sistemas que piensan de forma racional

Son sistemas diseñados para equiparar el pensamiento racional de los seres humanos. Es decir, se indaga como hacer que las máquinas puedan percibir, razonar y actual en consecuencia. En este tipo de inteligencia artificial se encuentran los sistemas expertos.

Sistemas con conductas racionales

Son el conjunto de elementos que intentan, de forma racional, imitar el comportamiento o conducta humana. Es en este punto donde entran en juego los agentes inteligentes.

Regulación de la inteligencia artificial

En vista del gran ámbito de aplicación que posee la IA, la Unión Europea se pronunció, implementando un conjunto de Leyes de la Robótica, las cuales pretenden establecer un control sobre su actividad.

Esta normativa se desarrolló partiendo de las siguientes bases:

Seguridad: Los robots deberán contar con un interruptor de emergencia. El cual pueda ser usado para evitar cualquier situación de peligro que se llegase a presentar.

Salvaguarda: La robótica no podrá producir algún elemento que dañe o tenga la intención de dañar a los seres humanos. Su finalidad principal debe ser ayudar y proteger a las personas.

Emocionalidad: La IA no podrá generar ni producir relaciones emocionales.

Seguro contra daños: Los dueños de las máquinas de IA deberán contratar una póliza de seguro que respalden las máquinas de mayor envergadura. Esto en caso de cualquier daño o desperfecto que estas llegasen a tener.

Legalidad: Los derechos y deberes de la robótica serán clasificados legalmente.

Seguridad Social: Debido a que las máquinas de IA impactarán, de manera negativa, directamente sobre la mano de obra de muchas empresas, la robótica deberá contribuir en materia fiscal para asistir a los desempleados.

¿Por qué es importante la inteligencia artificial?

Como ya mencionamos anteriormente, la inteligencia artificial no está representada con los robots que imitan, atacan e intentan desplazar a las personas. Mucho menos chips cerebrales que nos implantarán para controlarnos.

La inteligencia artificial va más allá, y de acuerdo a su ámbito de aplicación, será la importancia y el valor que pueda aportar.

De acuerdo con esto, tenemos:

La IA automatiza el aprendizaje, no las tareas manuales, sino, las tareas computarizadas que se ejecutan con frecuencia; haciéndolas más eficaces y con resultados más confiables.

En este tipo de automatización, la investigación humana es fundamental para la configuración del sistema y la correcta elaboración de las preguntas.

También podemos ver como la IA aporta inteligencia a productos ya existentes. Es decir, la IA no se ofrece como una aplicación individual, sino que se ofrece como una mejora para los productos que están ya en circulación.

Un ejemplo de esto lo podemos ver en Siri, que es un asistente agregado o una característica adicional a los productos Apple, a partir de cierta generación.

La adaptación de la IA se realiza a través de algoritmos de aprendizaje progresivo, esto para que los datos se programen.

La IA va reacomodándose con los datos. A través de ello el algoritmo se convierte en clasificador o predictor. Es así como vemos que el algoritmo puede aprender a jugar ajedrez, o recomendar algún producto.

La forma en que la IA analiza mayor cantidad de datos y de una manera más profunda, es a través de redes neuronales poseedoras de capas ocultas.

El avance que ha ido experimentando la IA ha hecho posible que en la actualidad se construyan sistemas de detección de fraudes, con múltiples capas ocultas.

Mientras más datos se le proporcione a la IA, más precisa se vuelve.

Aplicaciones prácticas de la inteligencia artificial

En la actualidad, la IA ha ganado más terreno, tanto en el ámbito de su aplicación, como en sus usuarios y seguidores.

Es por ello que vemos la presencia de la IA en aplicaciones móviles que requieren la detección facial o aquellas que nos ayudan en el aprendizaje de algún nuevo idioma, o los asistentes virtuales que responden a los comandos de voz, tales como: Alexa, Cortana o Siri.

En el campo de la medicina, se puede ver como con IA es posible detectar enfermedades como el cáncer, al procesar las imágenes de resonancia magnética, con la misma precisión y efectividad que lo realizaría un radiólogo profesional y capacitado.

El mayor aprovechamiento de los datos, lo realiza la inteligencia artificial. En los casos de los algoritmos de autoaprendizaje, los datos en sí pueden convertirse en propiedad intelectual.

Todas las respuestas buscadas se encuentran en los datos, sólo se le debe aplicar IA para descubrirlos.

La IA no son esos robots que imitan y atacan a los humanos, con la amenaza de apoderarse de nuestro planeta, tal como hemos visto en infinidad de películas.

Su objetivo principal es magnificar las capacidades humanas para ofrecer diversos beneficios a todos los sectores industriales.

¿Qué piensas de la IA? ¿La apoyas o le temes? Danos tu opinión, nos interesa mucho saber qué piensas.

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